martes, 8 de diciembre de 2009

A propósito de los comentarios que hacen a nuestras publicaciones en El Morrocotudo de Arica y Parinacota.

Cada vez que publicamos una columna y en especial cuando dice relación con la política; muchos se sienten atacados o descalificados por nuestros argumentos. La verdad es que nuestras pretensiones siempre han sido por un lado, crear debate y necesidad de información en las personas, a lo cual es muy fácil acceder hoy; y por otro lado debemos transmitir lo que Cristo nos ha entregado como Doctrina y como Su Orden, tanto para asuntos espirituales como mundanos.
Sobre este último punto es necesario aclarar algo que la gente no alcanza a entender como es el caso en esta publicación: No se trata de sesgar lo humano de lo divino, pues lo espiritual no funciona en un compartimento distinto, ni estanco con respecto de lo humano. Lo que enunciamos acá con claridad meridiana es que todo lo humano debe ser discernido primero en el espíritu, a través de la Oración por ejemplo, o de la Meditación (y eso no excluye a lo relacionado con las opciones, decisiones, planteamientos y acciones políticas). Esta sencilla práctica espiritual que en tiempos muy antiguos fue natural entre algunos sabios gobernantes posibilitó prosperidad y paz en sus pueblos. Pero el Hombre (sobretodo hoy), no quiere ver y menos incorporar los modos de Dios a sus prácticas, porque la ambición personal o partidista se lo impide y es fácil intuir desde el análisis de los discursos la intención disfrazada y sutil.
No somos religión, ni iglesia y por lo tanto no nos hacemos cargo de los errores, aberraciones y prácticas fanáticas históricas que las religiones, cultos y creencias han impuesto por la cruz y la espada en este convulsionado mundo. Somos Sacerdocio de Cristo, es El nuestro Sumo Sacerdote y única Autoridad que reconocemos, seguimos y obedecemos y no imponemos Ley ni Doctrina, sólo exponemos y enseñamos a quienes quieran libremente y por opción consiente conocer y andar este Camino de Consagración y Sabiduría que Cristo Dios nos mostró. Y precisamente porque lo Divino no está sesgado de lo humano, sería sabio que los gobernantes conocieran los modos de Dios, no de las religiones e iglesias, sino de Dios…sin duda este mundo sería otro. Eso no nos convierte en fanáticos religiosos y dogmáticos, pues nada queremos imponer por la fuerza; y sería bueno para el nivel del debate informarse en las fuentes históricas y leer el viejo y útil diccionario. Y por supuesto sabio y enriquecedor es practicar el diálogo y no la descalificación, por lo que insistimos en nuestra disposición a reunirnos y conversar.